“Es un cáncer muy curable. El 80% de las personas sobreviven, así que me siento muy afortunada”, escribió.
El linfoma no Hodgkin es un cáncer del sistema inmunitario. Fonda dijo que tuvo seis meses de quimioterapia y que estaba «manejando muy bien los tratamientos», y agregó: «Confía en mí, no dejaré que nada de esto interfiera con mi función mental».
«El cáncer es un maestro y me enfoco en las lecciones que me da», agregó Fonda sobre su diagnóstico. “Es algo que ya me ha demostrado, la importancia de la comunidad. Cultivar y profundizar en la propia comunidad significa que no estamos solos. Y el cáncer, mi edad, casi 85, ciertamente me enseña la importancia de adaptarme a las nuevas realidades”.
Aunque ya no se ocupa de sus deberes profesionales actuales, Fonda dijo que su activismo continuará.
«Estamos viviendo el momento más importante de la historia de la humanidad porque lo que hagamos o dejemos de hacer ahora determinará qué tipo de futuro tenemos, y no dejaré que el cáncer me impida hacer todo lo que pueda. La herramienta en mi caja de herramientas y estos viernes de simulacros de incendio son para continuar construyendo una comunidad y marcar la diferencia». Eso incluye encontrar nuevas formas de aprovechar nuestras fortalezas colectivas», escribió. «Se acercan las elecciones intermedias y van más allá de las consecuencias, por lo que pueden contar conmigo para estar allí con ustedes a medida que hacemos crecer nuestro ejército de campeones climáticos».
